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Valladolid, Castilla y León, Spain
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte | Director de EDUVIC-Inspira tu país | Director del Programa DTD en la Universidad Europea Miguel de Cervantes | Análisis Observacional y Detección de Jóvenes Talentos en Fútbol | Deporte y educación al servicio del desarrollo humano

jueves, 22 de mayo de 2014

Fútbol formativo > Fútbol de competición

Ante la controversia que se está generando en los últimos años con el alto sentido competitivo del fútbol en categorías inferiores, creo que es el momento de replantearse seriamente si estamos contribuyendo de forma positiva al desarrollo de los más jóvenes. Rotundamente “no”.

Mi propuesta se basa en un desarrollo formativo puro, de forma progresiva, e incidiendo en el aspecto cognitivo de los jugadores. Sólo de esta manera podremos potenciar en su máxima expresión la imaginación y creatividad en el transcurso del juego. Nos importa el desarrollo de la inteligencia en el juego. Cito una frase de Horst Wein “El fútbol debe empezar por la cabeza, pasar por el corazón y terminar con los pies”.

La primera medida que debe tomarse es reunir a los padres periódicamente y explicarles que nuestro cometido es formar jugadores y desarrollar su potencial innato, no ganar partidos. Esto es esencial para poder desarrollar nuestro trabajo sin un entorno distorsionador hacia el juego de los jóvenes deportistas. El futuro de un niño en el deporte dependerá de la correcta adquisición de los fundamentos y habilidades, no del número de partidos que haya ganado a lo largo de su etapa de desarrollo.

Después, centraremos nuestros esfuerzos en potenciar el aspecto cognitivo y la toma de decisiones, con una correcta percepción de la situación para poder seleccionar el momento y zona del campo adecuada para poner en práctica una habilidad. Generalmente los mejores no son los más hábiles, sino los que mejor comprenden cuando es el momento idóneo para realizar una acción. Igualmente, debemos conceder libertad al deportista para que sea él quien explore las alternativas posibles.

No se concibe de ninguna manera una especialización por puestos desde edades tempranas, ya que el niño gusta de jugar y de sentir un nexo de unión con la pelota. Sólo con el paso de los años podremos intuir en qué posición puede jugar un futbolista, únicamente una vez que ya se hayan desarrollado todas las habilidades.

A la hora de competir, seguiremos una progresión lógica en función de la edad de los jugadores para no limitar su potencial técnico-táctico, físico y psicológico. Empezaremos con ejercicios en situación de 3 contra 3 con 4 porterías a los 7/8 años de edad, pasando a jugar en situación de Fútbol 7 en torno a los 11/12 años, e intentando amortiguar el posterior salto desde Fútbol 7 al Fútbol 11 con situaciones de juego 9 contra 9 de forma temporal. Todos los ejercicios de entrenamiento deben tener transferencia a una situación real de juego.

Asimismo, los niños deben jugar con balones de dimensiones reducidas, ya que no se recomienda jugar con balones de dimensión reglamentaria hasta alcanzar los 14 años de edad. Estudios científicos han demostrado que el golpear repetidamente una pelota de un tamaño excesivo durante el período de crecimiento del niño, puede causar lesiones irreversibles y secuencias motoras erróneas.

Otro de los aspectos a erradicar es la tendencia de estos jugadores de cantera a imitar situaciones de juego de los más mayores, ya que no disponen de las mismas características y condiciones para ver plasmadas las mismas acciones y el mismo desarrollo del partido. Debemos alejar a los niños de la idea de enfocar todo el juego hacia la portería contraria como único objetivo, explorando la horizontalidad y la percepción del espacio de forma multidimensional.

Finalmente, debemos resaltar también la importancia que tiene el consenso entre entrenadores y formadores para explicar de igual forma un aspecto determinado del juego. No podemos crear una confusión en los deportistas sobre cuál de las metodologías es la correcta, ayudando a que se centren únicamente en el desarrollo cognitivo, emocional e intelectual.

1 comentario:

  1. Todos deberíamos meternos en la cabeza estas normas para educar a los chavales, considero que es una gran propuesta, ánimo con tus ideas porque me parecen muy innovadoras y positivas. Saludos, Francisco.

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