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Valladolid, Castilla y León, Spain
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte | Director de EDUVIC-Inspira tu país | Director del Programa DTD en la Universidad Europea Miguel de Cervantes | Análisis Observacional y Detección de Jóvenes Talentos en Fútbol | Deporte y educación al servicio del desarrollo humano

miércoles, 13 de agosto de 2014

Detección del talento en base a la capacidad cognitivo-asociativa

Son muchas las teorías que podemos encontrar en los últimos años acerca de los aspectos a tener en cuenta para detectar el talento precoz en el mundo del fútbol, las cuales hablan de factores demográfico-culturales, climáticos, alimenticios o genéticos, todos ellos asociados generalmente a la individualización del talento del jugador forma aislada.

Teniendo en cuenta que el deporte del fútbol es un Sistema Dinámico Complejo en constante interacción con el entorno cambiante y que en él acontecen sucesos aleatorios e impredecibles, y asumiendo que tener el control de todos ellos es tarea imposible, me voy a centrar en la línea de investigación seguida por nuestro equipo de trabajo en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid -Programa DTD- para explicar la detección del talento del futbolista en base a la capacidad cognitiva en interacción con el resto de compañeros en situación de juego.

Nuestras últimas investigaciones asocian el potencial del joven futbolista a parámetros como el volumen de juego (tanto defensivo como ofensivo), y más en concreto al volumen de juego neto en función del volumen de juego posible, prestando atención al grado de oposición del rival en cada una de las habilidades puestas en práctica. De esta forma ponemos el talento individual al servicio del juego colectivo, entendiendo que el primero no puede existir en sí mismo si no contribuye al desempeño del segundo. Se trata de romper el estereotipo que asocia el talento de un jugador a la habilidad individual pura del jugador, en detrimento de las habilidades colectivas.

Valoramos altamente la incidencia que el volumen de juego de un determinado jugador tiene en el resto de sus compañeros para lograr situaciones de desequilibrio colectivas e incoar al correcto desarrollo del sistema de juego previsto, así como el porcentaje de acciones exitosas acometidas en función del riesgo colectivo asumido. La eficiencia lograda por el jugador es un dato muy importante para nosotros, reflejo de esa balanza entre riesgo, éxito, y ruptura del equilibrio del equipo.

Con otras palabras, nos importa contabilizar el riesgo al que jugador somete a su equipo, confrontándolo con el posible beneficio que esas acciones podrían suponer.

Esta nueva línea de trabajo responde a las demandas actuales del deporte del fútbol, que ha sufrido una profunda transformación del juego, predominando la búsqueda de la eficacia técnica en la interacción colectiva, guiada por el gran número de ejercicios de entrenamiento en situación de espacio reducido. En los tiempos actuales, la habilidad individual aislada del jugador sin asociación colectiva limita enormemente al jugador.

Si nos atenemos a la búsqueda del talento prestando atención al elemento cognitivo-asociativo de los jugadores, nos encontramos con que los clubes que mejor trabajan estos aspectos con verdadera cohesión interna, son los que mejores resultados están obteniendo a nivel de cantera.

Definiciones de talento aparte, los mejores jugadores son los que hacen mejores a sus compañeros, y los que mejor balanza beneficio-riesgo aportan a su equipo, independientemente de las habilidades y características de cada uno, y ese debe ser nuestro enfoque de trabajo de ahora en adelante.

martes, 3 de junio de 2014

La comprensión del juego

Dedicaré este nuevo artículo a tratar de forma específica el desempeño cognitivo del jugador dentro de una situación de competición (real o simulada), sirviendo como complemento al post publicado anteriormente titulado “Fútbol formativo > Fútbol de competición”.

Es importante que sepamos el contexto en el que está enfocado este artículo, que no es otro que la toma de decisiones con una situación espacio-temporal apropiada del jugador respecto al resto de jugadores. Si queremos expresarlo en términos menos futbolísticos, diremos que vamos a evaluar si el jugador “elige bien”.

Para que esto sea posible, entran en juego muchos factores que van más allá de la habilidad técnica del jugador, y son también la situación en el campo de compañeros y rivales, la zona del terreno de juego en la que se produce la acción, así como la distancia hacia ambas porterías y la confianza en la ejecución.

Acostumbramos a pensar en que los jugadores más rápidos son los más veloces, pero no reparamos en la rapidez mental de ejecución de la acción, que es lo verdaderamente importante en la toma de decisiones. Tan importante es el tomar una decisión de forma rápida, como no asumir en ella un excesivo riesgo para el propio equipo en el caso de perder la pelota. Se trata de encontrar el equilibrio.

¿Puede entrenarse la toma de decisiones para obtener una mejora sustantiva en este aspecto? La respuesta es sí, siempre y cuando antepongamos este desarrollo cognitivo a obtener resultados a toda costa. Esto es muy importante sobre todo en categorías inferiores, ya que es en edades tempranas cuando más se puede influir en la inteligencia en el juego.

Con ejercicios en situación real de juego y resolución de problemas, promoveremos la toma de decisiones de los jugadores que de esta manera lograrán tener una mejor percepción espacio-temporal y cognitiva a lo largo del desarrollo de un partido. A medida que el jugador tome decisiones por sí mismo y sea capaz de resolver situaciones ciertamente complejas, estará desarrollando el área del cerebro correspondiente a la creatividad.

Un jugador con altas dosis de creatividad será capaz de resolver situaciones futuras en las que otros se verían incapacitados, además de contribuir esta cualidad a una mejora global en el juego, haciendo al jugador más completo.


En este aprendizaje, trabajado más directa o indirectamente, radica gran parte del secreto para que las selecciones de fútbol españolas sean tan exitosas en los últimos años, tanto la selección absoluta, como las de categorías inferiores. La conclusión es que nuestros jugadores tienen una mayor comprensión del juego y eso mitiga cualquier inferioridad en el aspecto físico respecto al oponente.

jueves, 22 de mayo de 2014

Fútbol formativo > Fútbol de competición

Ante la controversia que se está generando en los últimos años con el alto sentido competitivo del fútbol en categorías inferiores, creo que es el momento de replantearse seriamente si estamos contribuyendo de forma positiva al desarrollo de los más jóvenes. Rotundamente “no”.

Mi propuesta se basa en un desarrollo formativo puro, de forma progresiva, e incidiendo en el aspecto cognitivo de los jugadores. Sólo de esta manera podremos potenciar en su máxima expresión la imaginación y creatividad en el transcurso del juego. Nos importa el desarrollo de la inteligencia en el juego. Cito una frase de Horst Wein “El fútbol debe empezar por la cabeza, pasar por el corazón y terminar con los pies”.

La primera medida que debe tomarse es reunir a los padres periódicamente y explicarles que nuestro cometido es formar jugadores y desarrollar su potencial innato, no ganar partidos. Esto es esencial para poder desarrollar nuestro trabajo sin un entorno distorsionador hacia el juego de los jóvenes deportistas. El futuro de un niño en el deporte dependerá de la correcta adquisición de los fundamentos y habilidades, no del número de partidos que haya ganado a lo largo de su etapa de desarrollo.

Después, centraremos nuestros esfuerzos en potenciar el aspecto cognitivo y la toma de decisiones, con una correcta percepción de la situación para poder seleccionar el momento y zona del campo adecuada para poner en práctica una habilidad. Generalmente los mejores no son los más hábiles, sino los que mejor comprenden cuando es el momento idóneo para realizar una acción. Igualmente, debemos conceder libertad al deportista para que sea él quien explore las alternativas posibles.

No se concibe de ninguna manera una especialización por puestos desde edades tempranas, ya que el niño gusta de jugar y de sentir un nexo de unión con la pelota. Sólo con el paso de los años podremos intuir en qué posición puede jugar un futbolista, únicamente una vez que ya se hayan desarrollado todas las habilidades.

A la hora de competir, seguiremos una progresión lógica en función de la edad de los jugadores para no limitar su potencial técnico-táctico, físico y psicológico. Empezaremos con ejercicios en situación de 3 contra 3 con 4 porterías a los 7/8 años de edad, pasando a jugar en situación de Fútbol 7 en torno a los 11/12 años, e intentando amortiguar el posterior salto desde Fútbol 7 al Fútbol 11 con situaciones de juego 9 contra 9 de forma temporal. Todos los ejercicios de entrenamiento deben tener transferencia a una situación real de juego.

Asimismo, los niños deben jugar con balones de dimensiones reducidas, ya que no se recomienda jugar con balones de dimensión reglamentaria hasta alcanzar los 14 años de edad. Estudios científicos han demostrado que el golpear repetidamente una pelota de un tamaño excesivo durante el período de crecimiento del niño, puede causar lesiones irreversibles y secuencias motoras erróneas.

Otro de los aspectos a erradicar es la tendencia de estos jugadores de cantera a imitar situaciones de juego de los más mayores, ya que no disponen de las mismas características y condiciones para ver plasmadas las mismas acciones y el mismo desarrollo del partido. Debemos alejar a los niños de la idea de enfocar todo el juego hacia la portería contraria como único objetivo, explorando la horizontalidad y la percepción del espacio de forma multidimensional.

Finalmente, debemos resaltar también la importancia que tiene el consenso entre entrenadores y formadores para explicar de igual forma un aspecto determinado del juego. No podemos crear una confusión en los deportistas sobre cuál de las metodologías es la correcta, ayudando a que se centren únicamente en el desarrollo cognitivo, emocional e intelectual.

miércoles, 30 de abril de 2014

Argumentación positiva al dirigirnos al deportista

Hoy hablaré de la importancia que tiene el utilizar argumentos expresados de forma positiva a la hora de transmitir la información a los deportistas. A simple vista parece un detalle que puede ser pasado por alto y que no presenta aparentemente trascendencia alguna, pero afecta de lleno a la función cerebral del deportista.

Cuando queramos transmitir una corrección, tanto a nivel individual como colectivo, debemos evitar palabras negativas que evoquen el error o la imposibilidad de realizar una acción. En esos casos el cerebro procesa la información y genera una imagen mental que se centra en el componente negativo, generando un bloqueo o barrera psicológica que imposibilita la puesta en práctica de la tarea con las facultades al 100%.

Si en cambio transmitimos la información de forma positiva y argumentando soluciones, estaremos contribuyendo a que el jugador se conciencie de que es capaz de realizar con éxito aquello que le es requerido. Se trata de favorecer un correcto estado emocional de los deportistas, facilitándolos un hábitat idóneo para desempeñar sus cualidades de la mejor manera posible.

Estas sinergias positivas desencadenan un aumento de la motivación y la autoestima, dotando a los jugadores de confianza en su potencial.

Generalmente en el deporte no vence el mejor, sino quien más cree en sus posibilidades de conseguir la victoria. Si aplicamos un constante refuerzo positivo y logramos automatizar esto en el día a día, estaremos dando un paso muy importante para alcanzar los objetivos.

Esta sinergia positiva cobra más importancia aún si hablamos de su aplicación en jóvenes, ya que nuestro deber como formadores es la de mantener a los niños que practican deporte en un estado de felicidad constante e ilusión por entrenar y superarse. Cuanto más hagamos creerles que es posible, antes llegarán a interiorizar que es posible conseguirlo.

No más frases como: eres muy malo, has fallado, no sabes hacerlo, no lo intentes, otra vez igual, etc.,..cambiémoslo por: prueba a hacerlo de esta manera, inténtalo otra vez, creo que deberías modificar esto, practica más este gesto o movimiento, etc.

Este es el camino a seguir.

miércoles, 2 de abril de 2014

Felicidad Vs disciplina en el deportista

Siempre que se trata de hallar la fórmula del éxito en el deporte, ya sea este un deporte individual o colectivo, sale a relucir la importancia de la disciplina y el cumplimiento de una serie de normas para poder alcanzar las metas establecidas. De acuerdo, todos necesitamos marcar un camino en nuestras vidas que nos mantenga alerta y siguiendo el guión establecido pero, ¿estamos aplicando realmente el significado de la palabra disciplina?

Cito la definición: “coordinación de actitudes con las cuales se instruye para desarrollar habilidades, o para seguir un determinado código de conducta u orden”. Sin embargo, existe la controversia de asociar esa disciplina a una falta de libertad e incomodidad por parte del deportista, cayendo en el error de hacer un juicio erróneo en cuanto a lo que esta palabra se refiere. Disciplina no es aburrimiento, no es monotonía, ni tampoco es molestia.

Por esa razón voy a hablar de la disciplina bien entendida, esa que debe estar formada por una serie de reglas adaptadas a aquellas situaciones en las que un deportista siente pasión y entusiasmo por su trabajo. Esa que habla de actitudes sí, pero de actitudes positivas. Esa que lleva implícita la palabra felicidad, la verdadera clave del éxito y que debe prevalecer por encima de todo en la carrera del deportista. Busquemos un equilibrio personal en el que las normas se acepten con un sentimiento de crecimiento constante, de interacción y enriquecimiento mutuo con todas las personas del entorno (entrenadores, preparadores, aficionados, compañeros, familia, etc). De lo contrario, cuerpo y mente estarán avanzando en direcciones opuestas.

Debemos exigirnos el concederle al deportista ese hábitat positivo, pues sólo en esa situación será en la que pueda dar lo mejor de sí mismo y ofrecernos el 100% de su potencial. Nadie aceptaría una disciplina sino le hace feliz, al igual que nadie sería feliz aceptando una disciplina impuesta. Por lo tanto, busquemos la forma de mantener a los deportistas felices. Lo demás puede esperar, porque en este caso lo demás necesita que esto se materialice primero. Empecemos a construir la casa por los cimientos y no por el tejado.

He visto de todo en el mundo del deporte, he leído y releído cientos de metodologías y variables que buscaban dar con la tecla para la creación de campeones. He sido partícipe de esa búsqueda en mi constante crecimiento personal y evolución laboral, sin embargo, mi conclusión es que conozco a escasos campeones que lo hayan sido sin ser felices en sus vidas.

El entusiasmo es el motor del ser humano, aquello que hace que nuestros sueños se vean un poquito más cerca en nuestra cabeza, y que nos levantemos cada día con ánimo de emprender el camino hacia ellos. A veces, en el mundo del deporte, la respuesta a tantas incógnitas es mucho más sencilla. Como seres humanos nos regimos por el corazón, y sólo cuando nuestro corazón late con fuerza estamos en sintonía con la felicidad.

No hace falta decir que nosotros, la gente del deporte, los preparadores, entrenadores, asesores, representantes y demás personas en contacto con los deportistas, debemos ser los primeros en predicar con el ejemplo. De lo contrario, si dejamos de sentir pasión e ilusión en nuestro trabajo, lo mejor es que vayamos buscando otro empleo.

“¿Por qué siempre nos enseñan que lo fácil y malvado es hacer lo que queremos y que debemos disciplinarnos para reprimirnos a nosotros mismos? Es la cosa más difícil del mundo: Hacer lo que queremos. Y necesita del más elevado tipo de coraje. Quiero decir, lo que realmente queremos. – Ayn Rand.

jueves, 27 de marzo de 2014

Entrevista a Omar Djabi, jugador de la Universidad de Lipscomb

Con el objetivo de abordar el deporte del fútbol como un elemento global que debe ser símbolo de unión entre los diferentes países y culturas, comparto con ustedes una entrevista muy especial para mí.

Quizás por la amistad que me une con el entrevistado, o quizás porque desde el momento que vi aparecer a este chico tímido por los campos de entrenamiento del Real Valladolid detecté en él un talento fuera de lo común.

Tan introvertido fuera del terreno de juego como líder dentro de él. Tiene esa extraña y a la vez curiosa mezcla que está relacionada con la fórmula del éxito en este deporte. Lo que comúnmente llaman madera de crack.

Así es Omar Djabi (31/05/93 Valencia, Venezuela), centrocampista de la Universidad de Lipscomb (Tenesse, USA), y nombrado jugador del año en la Conferencia Atlantic Sun. Pudimos verle en España durante su estancia en el Real Valladolid Promesas a modo de Stage, pudiendo comprobar su enorme talento.

Garra, potencia, ambición, exquisita técnica y llegada son adjetivos que describen a este chico que comenzó jugando de central y que terminó como centrocampista siendo el máximo goleador del equipo. En definitiva, una gran promesa a seguir en los próximos años.

A continuación pueden leer la entrevista completa:

- Háblame de tus comienzos en el mundo del fútbol, ¿qué recuerdos te vienen a la cabeza?:
            Recuerdo el mundial de 1998 cuando Francia jugó contra Brasil, que fue un magnifico juego, y que a su vez fue la época en la que comencé a jugar al fútbol.

- ¿Habías pensado en llegar hasta donde estás ahora?:
            Realmente sí, ha sido un sueño desde pequeño el llegar a jugar en los niveles grandes. Ahora estoy en la Universidad de la 1ª División en USA,  y mi próximo nivel ya es dar el salto a profesional.

- ¿Qué se siente al haber sido nombrado mejor jugador de conferencia en esta temporada?:
            Es un logro muy grande para mí, siempre que juego quiero ser el mejor y ser reconocido, y es por eso que fue algo muy bonito. Pero también debo dar las gracias a mi equipo por su ayuda.

- ¿Cuánto porcentaje de este logro le atribuyes al factor trabajo?:
            Yo digo que más del 90%. Siempre estoy practicando constantemente para ser el mejor y llegar lejos.

- ¿Su experiencia en España cambió su forma de concebir el juego?:
            Sí, mi estancia en España me ayudó mucho a ser un mejor futbolista. Me enseñó a querer el balón, pasar más rápido la pelota y buscarla cuando no está en mi posesión. 

- Descríbeme en pocas palabras tus cualidades como jugador:
            Trabajo duro, siempre quiero el balón, no me da miedo chutar desde donde sea, poseo una buena visión de juego y se hacia dónde ir cuando me llega la pelota.

- Echemos una vista al futuro, ¿cuáles son sus planes en lo deportivo?:
            Me gradúo el próximo año, y cuando llegue ese momento quiero dar el salto a profesional, en USA o en Europa.

- ¿Europa te atrae?:
            Me encantaría jugar en Europa. Allí hay mejor calidad en el juego.

- ¿Y el fútbol español? ¿Te ves aquí algún día?:
            Yo creo que sí, me gustaría estar en España jugando algún día.

- ¿Qué aspectos más importantes crees que deben entrenarse en los niños futbolistas?:
            Se debe entrenar el querer la posesión del balón y la visión del juego.

- Crees en el aspecto psicológico como clave del éxito?:
            Si, ese aspecto se presenta clave para ser un buen jugador y triunfar.

- Si volvieras años atrás, ¿qué habrías cambiado en tu formación como jugador?:
            Habría tratado de ser más rápido en mi estado físico, y también haber tenido más contactos que me vieran desde pequeño.

- Tu ídolo de la infancia:
            Zinedine Zidane.

- Tu jugador favorito:
            Como ya dije, Zinedine Zidane, pero si tiene que ser alguien en activo, Cristiano Ronaldo.

- Tu equipo favorito:
            El Real Madrid, pero aún soy fanático del Real Valladolid.

- Un pronóstico para el próximo mundial de Brasil:
            Venezuela será campeón (risas). En verdad creo que España se lo lleva todo otra vez.  

martes, 11 de febrero de 2014

La Teoría de los Biorritmos en el deporte

Comencemos explicando lo que es un biorritmo. Se entiende por biorritmo el ciclo matemático sencillo que comienza en el mismo momento de nuestro nacimiento y que constituye un ciclo biológico rítmico que oscilará entre altos y bajos niveles a lo largo de toda nuestra vida.

Según la Teoría de los Biorritmos, la oscilación de dichos ciclos biológicos va a influir directamente en la capacidad de las personas en el terreno físico, mental y emocional. Así, se distinguen 3 biorritmos principales:
  • Biorritmo físico (ciclo de 23 días).
  • Biorritmo emocional (ciclo de 28 días).
  • Biorritmo mental o intelectual (ciclo de 33 días).


Los valores correspondientes a estas 3 categorías anteriormente citadas se presentan en forma de gráfica con el objetivo de predecir la aptitud de la persona para realizar una determinada tarea en un día o periodo de tiempo determinado.

Según los defensores de esta teoría, cada vez más tenida en cuenta en el mundo del deporte, podríamos anticiparnos a problemas derivados de la realización de una tarea en una fase o momento crítico. Así, cuando la gráfica señale unos valores bajos o especialmente cuando la línea cruce el eje del cero (punto crítico), es recomendable la variación en la intensidad del entrenamiento o el ajuste de las tareas al momento de cada individuo. Esto es debido a que en estos días existe un riesgo mayor o estado de incertidumbre ante la capacidad del deportista.

En el caso de aparecer valores críticos en el biorritmo físico, son ya muchos los deportistas que no son operados de una lesión en esos días. Es preferible dejar pasar unos días y operar cuando la gráfica refleje valores más alentadores. Asimismo, es altamente recomendable que los deportistas respeten con rigor las horas de descanso y no sometan a su cuerpo a altas intensidades de entrenamiento.

En el caso de que los valores críticos se presenten en los biorritmos emocional o mental, es aconsejable que las tareas de entrenamiento no exijan una lucidez en la toma de decisiones que implique un esfuerzo a nivel cognitivo, puesto que es mejor que con tareas y normas sencillas ayudemos al deportista a no caer en una situación de estrés.

En la actualidad este paradigma tiene muchos adeptos a la vez que detractores, puesto que implícitamente une el mundo del deporte con la ciencia del cosmos, muy en la línea de los Sistemas Dinámicos Complejos y su visión del deportista como un todo englobado en un entorno caótico y en constante movimiento.

En mi opinión la existencia de estados de ánimo alterables y cíclicos en las personas fundamenta la existencia de esta teoría. El debate es si el punto de partida para dar comienzo a la gráfica es el mismo para todo ser humano. Igualmente, sea cual sea el punto de partida de cada individuo la existencia de unos ciclos vitales que se repiten periódicamente a lo largo de nuestra existencia parece más que probado, por lo tanto debemos hacer un estudio de cada deportista para anticiparnos a posibles situaciones adversas que puedan ocurrir en los días críticos. Podemos estar ante la clave de la génesis muchas lesiones.